Rómpeme Cúrame y Olvídame

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Al día siguiente, al despertar, Melody se arreglo para ir a la empresa de Briar. Se maquilló sutilmente, se puso un abrigo ligero y, con tacones en los pies, salió de casa.

Mientras salia, Igor le llamó por teléfono, -¿De verdad Eric está con él? Melody, ¿estás bien yendo

sola?-

Ella respiro hondo, el viento le despeinaba suavemente y le respondió, -Estoy bien, hermano. Si algo pasa, te llamaré enseguida, tú concentrate en tu viaje de negocios.-

Igor le dio un montón de recomendaciones antes de colgar. Melody levantó la vista hacia la calle, un destello de determinación cruzó su mirada, y con determinación tomó un taxi en dirección al Grupo Yelamos.

Al llegar, Melody pagó se bajó del coche justo cuando la gente estaba entrando a la oficina. La vieron llegar y todos miraron hacia ella.

Su figura esbelta se destacaba bajo la luz del sol matutino que le daba un toque dorado a su silueta ondulante.

La mujer que entró por la puerta principal tenía un rostro deslumbrante, especialmente sus ojos, afilados como acero templado, duros y fríos. Su rostro llevaba una mezcla de nerviosismo y frialdad mientras se dirigia rápidamente al mostrador de recepción.

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La recepcionista, abrumada por su presencia, tardó un rato en reaccionar y finalmente le preguntó, -¿A quién busca, señorita?-

-A Briar.-

Así, sin más, dijo el nombre de quien todos llamaban Sr. Briar Yelamos,

La recepcionista se quedó perpleja, -Pero, señorita… para ver al Sr. Briar se necesita una cita previa. Escuchando la conversación, la gente alrededor comenzó a murmurar.

-¡Vino a buscar al Sr. Briar!-

-Shh, habla más bajo. Mira cómo camina, seguro que tiene contactos poderosos.-

-¡Claro! Tal vez sea la amante secreta del Sr. Briar.-

-¿La amante secreta del Sr. Briar? ¿No es Eda Abano su amor verdadero?-

Al oír el nombre de Eda Abano, el corazón de Melody se sintió como cortado por un cuchillo, su rostro se volvió aún más pálido, pero su sonrisa se hizo más impactante. Dijo, -Díganle mi nombre, Briar me atenderá enseguida.-

La recepcionista estaba a punto de preguntarle cómo era posible que tuviera tanta seguridad, cuando de repente se escuchó una voz detrás de ella.

-¿Qué haces aquí?

Melody se giró y vio a Adrián, el mismo que la habia saludado desde su Maserati días atrás. Sonrela con los ojos entrecerrados, y al ver a Melody en la recepción se acercó a saludar, -Oh, ¿viniste a buscar

a Briar?-

La recepcionista, al ver que incluso Adrián Rios conocia a la señorita, rápidamente la dejó pasar. Todos quedaron asombrados, preguntándose quién sería ella para conocer a alguien como Adrián.

Capitulo 11

De hecho, Melody entró en el ascensor y le agradeció a Adrian con un sencillo -gracias-

-No hay de que, le dijo Adrián con una sonrisa y un gesto de la mano. -Yo también vengo a verlo por unos asuntos. Pero adelante, tu ve primero. Además, tu familia también tiene acciones aqui, no es excesivo que entres a tu propia empresa.-

-Parece que has investigado mucho sobre mi,- le dijo Melody con ironia, sin saber si burlarse de Adrian o de si misma, -lastima que al final no sea mia.-

Adrian la miró y le dijo, -Hace cinco años, cuando fuiste a prisión… ¿realmente fue Briar quien te envió?-

Melody no le dijo nada, solo sonrió levemente.

Pero esa sonrisa era dolorosa, como la de alguien en lo más profundo del abismo, incapaz de ver la más minima esperanza.