Receta para robarle el corazón al Dr. Farel

ie lo vio y se sorprendió un poco.

—¿Jacinto? ¿Cómo sabía que estaba aquí?

Jacinto sonrió antes de responderle —Acabo de venir a cenar con un cliente y Blanca me dijo que te habías hecho cargo de este proyecto, así que decidí pasar a verte.

¿Blanca?

Evrie no recordaba haberlo visto con Blanca y le preguntó de nuevo.

—¿Conoces a Blanca? —

Jacinto parpadeó —Conozco a Ion Hidalgo. —

Ahora Evrie lo entendía todo.

Últimamente Blanca había estado muy cerca de Ion, probablemente le había revelado detalles del proyecto del edificio médico.

Solo que ella no sabía que Jacinto también tenía una buena relación con Ion.

El mundo empresarial de Alnorter es un círculo pequeño, eso empezaba a creérselo.

—Señorita Evrie, justo voy al centro de la ciudad, ¿quieres que te lleve?

Evrie sentía que aún no tenía tanta confianza con Jacinto como para subirse a su coche, e instintivamente negó con la cabeza.

—No te preocupes, tomaré un taxi.

Jacinto insistió —Están haciendo obras en esta zona, es difícil encontrar un taxi con este tráfico.

Rosana intervino —Sí, Evi, yo mismo traté de conseguir uno durante diez minutos y no hubo conductor que aceptara el viaje. Mejor aprovechamos el viaje con él, ¿no?

Evrie no pudo evitar mirar a Rosana, quien parpadeaba inocentemente.

Las dos se miraron a los ojos, con Jacinto esperando a su lado.

En ese momento, rechazar su propuesta parecería demasiado intencionado.

Evrie cedió y asintió con la cabeza en señal de acuerdo —Entonces sería una molestia para ti.

—¿De qué te preocupas?

Jacinto abrió la puerta del coche y Rosana, emocionada, tiró de Evrie para sentarse en el asiento trasero.

Durante el viaje, charlaron de forma intermitente, manteniendo un ambiente bastante agradable. All text © NôvelD(r)a'ma.Org.

Una hora después.

El coche de Jacinto se detuvo frente al edificio de GCES. Evrie dejó que Rosana subiera primero y se quedó en el coche, tomando un momento antes de hablar.

—Disculpa, anoche bebí demasiado en la cena y dije cosas confusas.copy right hot novel pub

Espero que no lo tomes en serio.

—¿Qué cosas confusas dijiste? ¿Fue sobre tu exmarido? —le preguntó Jacinto directamente.

Evrie se sintió algo avergonzada, discutió sobre su exmarido con un hombre que apenas conocía, no sabía qué estaba pensando la noche anterior.

—Eran solo palabras de borracha, preferiría que te las guardes y si puedes olvidarlas, mucho mejor.

Jacinto no pudo evitar reírse.

Miró a Evrie a través del espejo retrovisor, con una leve burla en sus ojos —Podría guardármelas, pero parece que tienes muchas cosas pendientes con tu exmarido. Debe ser difícil de olvidar, ¿no?

Evrie miró hacia la ventana —Sr. Serra, estás pensando demasiado. No hay nada que no pueda olvidar.

Jacinto se quedó en silencio por unos segundos, luego su voz se tornó seria.

—El destino de una persona tiene tres puntos de inflexión: la familia de origen, la pareja y el despertar de uno mismo.

Repitió las palabras que Evrie había dicho la noche anterior, mirándola a través del espejo retrovisor.

-Evrie, las sombras de la niñez necesitan toda una vida para curarse. La obsesión que trae la familia de origen también afecta el juicio de uno, pero puedes elegir mirar hacia adelante, también puedes mirar a los lados, pero nunca hacia atrás.

—Mirar hacia atrás puede ser muy doloroso.

Evrie se quedó atónita por un momento y luego levantó la vista para encontrarse con la mirada de Jacinto en el espejo.

Él sonreía, sus ojos se curvaban suavemente ofreciéndole un consejo sincero y abierto.

Resultó que había escuchado cada palabra que ella había dicho la noche anterior y había extraído una imagen de su vida pasada a través de esas pocas palabras.

Y ahora, le estaba dando un consejo objetivo y cuidadoso.

Evrie apretó los labios —Gracias.

Jacinto siguió sonriendo —No hay de qué, ya he dado mi consejo, y voy a guardar lo de anoche para mí, tranquila.

—Te lo agradezco aún más.

Evrie se despidió de él y salió del coche.

Miró cómo su coche se alejaba antes de girarse y entrar al edificio de la empresa.

Durante todo el camino de vuelta pensó que necesitaba comprar un coche lo antes posible. Ir y venir era muy incómodo y siempre terminaba debiendo favores al subirse al coche de alguien más.

Al volver a su oficina, Rosana se acercó para cotillear.

—Evi, el Sr. Serra está interesado en ti, ¿verdad? ¡Yo lo sabía desde hace tiempo! —

Evrie le dio una palmadita suave en la cabeza — Así que por eso insistías tanto en que me subiera a su coche hoy, ¿eh? —

Claro, hay que crear oportunidades. —

¿Y cómo sabes que necesito esta oportunidad? —

Rosana le dijo — El Sr. Serra es un buen hombre, atento, gentil y además un caballero. Y es guapo, hacen una pareja perfecta contigo, Evi. — ...

Evrie la miró y le dijo — Rosa, tu cerebro de enamorada está creciendo otra vez. En tus días libres deberías ir a pasar tiempo con tu Valerio, a ver si te puede achicar un poco ese cerebro. —

Rosana murmuró — Aunque me achique el cerebro, seguiré pensando que Jacinto Serra es perfecto para ti. —

Justo en ese momento, Simeón pasó por detrás de ellas y escuchó la conversación, y no pudo resistirse a intervenir.

— ¿Y qué hay del Sr. Haro del grupo biomédico Asana? ¿No es compatible con tu jefa? —

Rosana pensó un momento — El Sr. Haro es demasiado frío, por más guapo que sea nadie se atreve a acercarse. Estar en una relación con él debe ser caminar sobre vidrio, si se enfada debe ser difícil calmarlo. Por supuesto que mi Evi prefiere a alguien dulce y cálido. —

Simeón sonrió con ironía y suspiró con significado.

Parece que los esfuerzos detrás de escena no son suficientes, la atención visible es lo que cuenta. —

El corazón de Evrie dio un vuelco, ya no podía quedarse ahí, así que agarró su vaso de agua y se fue a esconder a la sala de descanso.

Simeón encendió su teléfono móvil y justo vio varios mensajes de Farel.

Evita que Marín y Evrie se encuentren. —

Él desplazó la pantalla hacia arriba y encontró mensajes de Farel de hace años.

Cuida su estómago. —

No dejes que beba bebidas alcohólicas fuertes. —

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