Capítulo 204
Capítulo 204
Farel se quedo quieto por un momento, sin mostrar sorpresa en su rostro.NôvelDrama.Org: text © owner.
Sabia que Zeus disfrutaba pasar tiempo con Leandro, ya habia escuchado rumores. Lo que no esperaba era que Leandro lo hubiera convencido de venir al Triangulo Norte. Farel entrecerro los ojos y una sonrisa irénica aparecid en sus labios.
—Parece que hacerme quedarme fue una buena decision. —
Evrie estaba preocupada. —El tiene un arma y no duda en dispararle a los demas, ni siquiera si eres su tio. No deberias. enfrentarlo a la ligera. Ahora esta loco por el poder y la posicién. —
Ella habia visto a Zeus matar a Anita sin pestafiear ni una vez.
En sus ojos, Zeus habia perdido la razon.
— Te preocupas por mi? — Le preguntd Farel con una rapida mirada hacia ella.
—Claro que si. Ya recibiste un disparo por mi culpa una vez. Si te pasara algo nuevamente, no sabria qué hacer. — Evrie bajo la vista mientras un ligero sentimiento de culpa tefiia sus ojos.
Aunque Farel ya estaba fuera de peligro, ella sentia que nunca podria compensar esa bala.
Al verla asi, Farel solt6 una risita. Su voz se volvid grave y rasposa.
—Lo unico que haces es preocuparte, gno hay nada mas? —
—~¢ Qué? —
—Entre un hombre y una mujer, ademas de la preocupaci6n, ,qué mas podria surgir? Las orejas de Evrie se enrojecieron al instante. Se mordid el labio, tratando de calmar su acelerado corazon.
—No, yo no...copy right hot novel pub
Antes de que pudiera terminar, Farel tomo su mufieca.
Evrie se sobresaltd, intentando retirar su mano, pero la suya la apreto atin mas, con sus dedos largos y definidos palpando su pulso.
En solo unos segundos.
El levantd la mirada, con sus ojos claros y llenos de significado. —Tu pulso se ha duplicado, eso demuestra... que el corazon no sabe mentir. —
Evrie retiré su mano casi por instinto, sintiendo como sus mejillas se calentaban. Trag6 saliva y se subid a su cama de un brinco, cubriéndose los ojos con la manta. —Estoy cansada, voy a dormir, buenas noches. —
Farel giré la cabeza para mirar el bulto pequefio que se habia formado en la cama individual a su lado. Sus ojos oscuros se tornaron atin mas profundos, ocultando muchas emociones indescifrables.
En una noche clara, con la luna brillante y las estrellas dispersas en el cielo. La luz de la luna iluminaba con tranquilidad los edificios del Parque LR.
Las fachadas de algunos de los edificios mostraban impactos de balas de todos los tamafios, con pedazos de pared caidos y ventanas rotas.
Habia mas perros patrullando en el Parque LR, e incluso habian traido un par de pumas. Leandro estaba frente a una ventana panoramica, observando en silencio la noche que cubria el Parque LR. Natalia estaba detras de él, informandole.
Leandro tomo un sorbo de vino tinto de la mesa y le pregunté:
— ¢Cuanto tiempo llevas aqui? —
Natalia se sorprendio por un instante, luego le respondid: —Un poco mas de un afio. —
— ¢Cuanto te tom6 acostumbrarte a las reglas de este lugar? —
Ella bajo la mirada.
—Tres meses. —
Leandro entrecerré los ojos, contemplando los edificios en la oscuridad y sonrid levemente. —Parece que ella es mas inteligente que tu, y sabe como portarse bien. —
Natalia bajé la cabeza, con una sombra de tristeza en sus ojos.
Si, Evrie era mas inteligente. Ella sabia cémo adaptarse a la situacién, como ser sumisa.
Cuando la engafiaron para traerla a este Parque LR, llord y se resistid todos los dias, ingenuamente gritando que queria volver a casa.
Como las demas mujeres, se resistid con todas sus fuerzas hasta que no pudo mas. Finalmente, cuando estaba al borde de la muerte, Leandro la sacé de esa habitacién como si fuera una luz de esperanza.
Y entonces, ella lo entendid y se rindio.
Leandro le dijo que cualquier persona que ella odiara, que la hubiese maltratado, que deseara vengarse, manera de traerla a este lugar.
é| podia encontrar la
Una vez aqui, podia torturarlos como quisiera.
El le dijo que en este mundo nunca ha habido salvadores, ni justicia divina, eso no es mas que palabras vacias que los pobres usan para consolarse.
Que en la vida, uno solo puede confiar en si mismo.
Natalia se sacudié los pensamientos y suspiré profundamente.
Pero Evrie no lo creia.
Estaba decidida a escapar y volver a su vida anterior.
—Ve a aceptar tu castigo— le dijo Leandro, terminandose su copa de vino tinto de un sorbo y cerrando los ojos. Natalia asintio y se fue.
Habia fallado en su tarea de vigilar a Evrie, y debia aceptar su castigo, esas eran las reglas.
En cuanto al tipo de castigo, no seria diferente al que sufrian las otras mujeres del Parque LR.