Receta para robarle el corazón al Dr. Farel

Capítulo 12

Capitulo 12 Cada latido parecia querer escaparse del pecho.

La cara de Farel se acercaba poco a poco, sus rasgos frios y definidos, con una nariz prominente que casi rozaba la punta de la suya, el suave aroma masculino que emanaba de él se mezclaba con su respiracién de manera calmada y pausada.

Evrie gird la cabeza de manera torpe, apartando la mirada, su voz era ligera como una pluma: -No puedo tener relaciones esta semana.-

El mismo lo habia recomendado.

-Ya ha pasado una semana, ya se puede-, dijo él. -Pero...

-Soy médico, yo decido. —

Antes de que ella pudiera terminar de hablar, Farel capturé sus labios, sus manos largas y marcadas sujetaron su nuca de manera firme, sin darle oportunidad de rechazarle.This content belongs to Nô/velDra/ma.Org .

El aliento caliente que chocaba contra su nariz era tan ardiente que sentia que toda su cara se incendiaba.

En medio de la confusion, la mente de Evrie era un total desorden, era su segundo beso y esa sensacién la hacia sentirse perdida, sin saber si era algo bueno o malo.

El primero habia sido en el auto. El segundo, detras de la puerta principal.

Parecia que, debido a la experiencia, Farel era alin mas desinhibido esa noche que la ante resistencia fisica era impresionante y no le daba oportunidad de recuperar el aliento.

Hacia el final, las piernas de Evrie se debilitaban, sus dedos se aferraban a los musculos murmurando para si misma que debajo de esa fachada, él era un hombre ardiente que sier en lugares variados, pero nunca en la cama.

La tercera vez, cuando él se disponia a abalanzarse sobre ella en el sofa, ella logré decir débiln “zPodemos hacerlo en la cama?”.

Farel bajo la vista hacia ella, sus cabellos himedos pegados a la sien, la respiracién agitada, las mejillas sonrojadas y los ojos también rojos, parecia una pequefia criatura asustada y conmovia profundamente.

Su mirada se suavizo y cedid. EEsta bien, pero tu acomodate. —

CAI oir que daba su brazo a torcer, Evrie se apresur6 a subir a la cama con las piernas temblorosas, solo arpara ser arrastrada hacia el borde de la cama por Farel...

El estaba de pie, dominante desde lo alto, con la mirada ligeramente baja, y aunque no se detenia un 1/2

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instante, sus ojos frios y serenos no mostraban ni una onda de emoci6n.

La luz brillante del techo era deslumbrante y brutal.

Evrie avergonzada se cubrid los ojos.

Ese dinero no era tan facil de ganar.

Al dia siguiente, Evrie se despert6 temprano.

Lo primero que vio fue la brillante ventana del suelo al techo y la lampara de techo de disefio simple y elegante; le tomo un momento darse cuenta de lo que habia hecho la noche anterior.

Se habia vendido de nuevo, y al mismo hombre.

En el otro extremo de la cama, Farel atin dormia; una sabana fina cubria su cintura, dejando a la vista la musculatura superior de su cuerpo, bien definida y proporcional, ancha de hombros y estrecha de cintura, fuerte pero no desmedido.

Era un cuerpo de alta calidad.

Evrie se sintié acalorada al mirarlo y, aprovechando que él! atin dormia, se levantd rapidamente para buscar su ropa.

Su ropa no estaba en el dormitorio, estaba esparcida por el suelo de la sala y el sofa. Resistiendo el dolor en sus piernas, tard6 un rato en ponerse su camiseta y jeans.

Habia cambiado de ropa al salir del club la noche anterior.

-Click. —

La puerta del dormitorio se abrid, y cuando Farel sali en pijama, justo vio a Evrie agachada en la entrada atandose los zapatos.

Le echo un vistazo y sin decir mucho, paso por la sala hacia la cocina para tomar un vaso de agua; al volver, Evrie ya habia terminado de atarse los cordones.

-Humm... ya me voy-, dijo Evrie dudando en la puerta, despidiéndose de él.

-Mhm. —

El hombre tomo un sorbo de agua, su voz era tan fria y distante como siempre, completamen a la pasion de la noche anterior, como si fueran dos personas distintas.

-Me duele el vientre, gpodrias... darme mas medicina?

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